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El concepto de identidad digital es reciente y por ello complicado de comprender y asimilar. En el 2013, Aparici, R. y Osuna Acedo, la definieron como: “todo lo que manifestamos en el ciberespacio e incluye tanto nuestras actuaciones como la forma en la que nos perciben los demás en la red”.

En este mundo de hoy, dominado por internet y las nuevas tecnologías todos tenemos nuestra: identidad digital. De forma consciente o inconsciente dejamos nuestro rastro en la red al relacionarnos con otros usuarios o generando contenidos.

Debemos comprender que todas nuestras acciones dentro del ciberespacio (fotos, comentarios, sitios visitados, etc.) participan en la construcción y mantenimiento de nuestra identidad o perfil digital. Todas estas variables definirán cómo seremos percibidos por los demás en el entorno digital.

Según un estudio de BBVA Research: “lo que es realmente importante es la validación que otros hacen de los atributos que compartimos para demostrar nuestra identidad en la red. Es decir, la capacidad de probar que somos quienes afirmamos ser”. Por lo que aquello que comunicamos y cómo es interpretado, es muy trascendente.

Por lo tanto es importantísimo que asumamos un rol activo como ciudadanos digitales, en la gestión de nuestra identidad digital, siendo coherentes con nuestros principios éticos.

Elementos que conforman nuestra identidad digital:

La construcción de nuestra identidad digital está condicionada por muchos elementos, entre los que destacan:

  • Nuestros perfiles personales: bien sea en redes sociales como: Facebook o Instagram,  redes profesionales como LinkedIn, portales de búsqueda de empleo u otros servicios online.
  • Los comentarios realizados en foros, blogs, redes sociales, etc…
  • Contenidos subidos a la red, bien sea: fotos, videos, presentaciones, post, entre otros.
  • La red de contactos dentro del mundo digital: amigos, colegas, seguidores y a quién sigues…
  • Nuestras direcciones de correo electrónico, el uso que le damos y lo accesible.
  • Servicio de mensajería instantánea que utilizamos: Whatsapp, Telegram, Facebook Messenger, Line…
  • El Nick o alias que utilizamos. 
  • El Avatar que escogemos para nuestros perfiles.

¿Cómo se verifica tu identidad digital?

El desarrollo de sistemas de identificación para que sea posible demostrar nuestra identidad digital, es todo un reto. Es decir, que cada quién pueda probar quién es, al momento de comprar o acceder a un servicio en internet.

Este es el orígen de los conceptos de identificación y autenticación digital. Mientras que identificarse es decir quién eres, autenticarte es demostrar que eres quien dices ser.

Existen diferentes mecanismos de identificación: el código PIN, SMS con clave,  la firma electrónica, entre otros. Elegir uno de estos métodos dependerá de cuál se adapta mejor al tipo de servicios que ofrezca la empresa y al nivel de seguridad necesario.

En el entorno bancario y/o sanitario, el uso de un sistema u otro dependerá del nivel de seguridad jurídica a ofrecer y/o la normativa vigente.

Tecnologías como el blockchain, la inteligencia artificial, la biometría, entre otras; están contribuyendo a mejorar la construcción de servicios de autenticación más seguros, especialmente para gobiernos e instituciones.

Robo de identidad digital y cómo afrontarlo:

En los últimos años  han aumentado los casos de robo de identidad o usurpación de identidad digital . Este delito implica suplantar a una persona y asumir su identidad ante sus conocidos.

La motivación suele ser económica (acceder a sus datos bancarios), o también puede ser  social (hacerse pasar por alguien para difamarle o por venganza).

El modus operandi más común es mediante correos falsos y técnicas de phishing

Si el criminal publica los datos personales de la víctima en internet, lo primero es dirigirse al sitio web para exigir su retirada. Si nuestra identidad se ha usado para cometer un crimen, hay que  denunciarlo a la Policía o a la Guardia Civil.

En función de las consecuencias se pueden tomar acciones civiles y/o jurídicas, lo conveniente es ponerse en manos de abogados expertos en delitos tecnológicos.

Consejos para proteger tu identidad digital:

  • Repasa los permisos y las políticas de privacidad que has configurado en los servicios de internet a los que estás suscrito. Actualmente todos te permiten controlar lo que quieres que se publique sobre ti.
  • Monitoriza tu nombre regularmente en Google para ver lo que sabe sobre ti.
  • Crea perfiles de forma responsable: analiza los servicios online de forma detallada, de qué forma protege los datos personales de los usuarios.
  • Tratar de definir una imagen personal y otra profesional.
  • Permite el acceso solo a personas que consideres de confianza para controlar el alcance de tus publicaciones.
  • Cierra la sesión de tu perfil al terminar, para evitar accesos no autorizados.
  • Se prudente a la hora de publicar información u opinar sobre terceros.
  • Sigue medidas básicas de ciberseguridad cómo: crear contraseñas seguras y protegerlas adecuadamente, evitar usar datos personales en redes wifi públicas o hacer un uso responsable del correo electrónico

En conclusión es el momento de tomar las riendas de tu identidad digital, decidir cómo quieres definirla. Se consciente de los riesgos y toma las medidas oportunas. Si quieres estar al día en consejos que te puedan ayudar con esta tarea:  ¡suscríbete al blog de HushApp!